A pesar del uso masivo durante la pandemia las redes de la operadora española han estado muy lejos de saturarse.

Desde que entró en vigor el confinamiento, el 15 de marzo, el tráfico por Internet ha crecido un 80% y las llamadas de voz se han duplicado. Sin embargo las redes de telecomunicaciones españolas han resistido a la demanda disparada que ha causado la pandemia del coronavirus. Joaquín Mata, director de redes y sistemas de Telefónica apunta que «Cuando Netflix anunció que rebajaba la calidad de sus vídeos, contestamos que, por Telefónica, no lo hicieran. España tiene capacidad para aguantar esto y mucho más». La afirmación tiene bases sólidas. «Tenemos la mayor penetración de líneas de fibra óptica de Europa: más que Reino Unido, Alemania, Francia e Italia juntos, y la tercera del mundo después de Corea del Sur y Japón. Además de infraestructuras adecuadas para soportar el tráfico asociado a toda esa fibra». Una fortaleza clave para evitar que este confinamiento no se haya convertido en una pesadilla aún mayor.

El despliegue de fibra es una de las principales ventajas competitivas que posee España de cara a la transformación digital de la economía. En total, España cuenta con un 2% más de instalaciones conectadas con fibra que el conjunto de las cuatro principales potencias económicas de Europa, es decir, 10.261 frente a 10.061. Francia cuenta con 6.800 instalaciones conectadas por fibra óptica; Italia 1.461; Reino Unido 1.150; y Alemania 650.

Estos datos provienen de Analysys Mason, una compañía global de consultoría e investigación con sede central en Londres, especializada en los sectores de telecomunicación, media, tecnología y servicios digitales. Estos datos están apoyados en los informes del Consejo Europeo de Fibra hasta el hogar (FTTH), que sitúan a España como el país con la mayor tasa de penetración de toda la Unión Europea.