La ciberseguridad se ha convertido en una cuestión central para las empresas a nivel global, ya no sólo afecta a los departamentos de IT, es una responsabilidad de todos los empleados, siendo esenciales las acciones internas de concienciación.
La creciente sofisticación de los ciberataques presenta desafíos sin precedentes, poniendo en jaque a empresas de renombre como Iberdrola o Air Europa, e incluso a instituciones como el Ayuntamiento de Sevilla. La importancia de un plan de ciberseguridad robusto es indiscutible, tanto para prevenir estos ataques como para mitigar sus impactos cuando ocurren.
Paralelamente, la inteligencia artificial ha comenzado a jugar un papel fundamental en el ámbito laboral, y los ciberdelincuentes no se han quedado atrás en adoptar esta tecnología. Los ataques informáticos han alcanzado un nivel de complejidad tal que ahora es posible suplantar identidades mediante la imitación de imágenes y voces, haciendo que la protección contra estas amenazas sea más crítica que nunca. Este contexto plantea la necesidad urgente de discutir y reforzar las estrategias de ciberseguridad en los entornos digitales.
Aunque existen muchos tipos de ciberataques, a continuación detallo algunos de los más comunes:
- Phishing: consiste en engañar a las personas para que proporcionen información confidencial, como contraseñas o datos de tarjetas de crédito. Los atacantes lo suelen intentar a través de correos electrónicos, mensajes o sitios web falsos que parecen legítimos.
- Malware: se trata de un software malicioso diseñado para dañar o explotar cualquier dispositivo o red. Los tipos más comunes y conocidos son los virus, gusanos, troyanos o spyware.
- Ransomware: es un tipo de malware que cifra los archivos de la víctima y exige un rescate para restaurar el acceso. A menudo se distribuye a través de correos electrónicos de phishing o sitios web comprometidos.
- Man-in-the-Middle (MitM): consiste en realizar una intercepción y posible alteración de la comunicación entre dos partes sin su conocimiento. El atacante se sitúa entre la comunicación, espiando o modificando la información transmitida.
- Ataques a IoT (Internet de las Cosas): son ataques dirigidos a dispositivos conectados a Internet, como cámaras, routers y otros dispositivos inteligentes. Los criminales informáticos explotan vulnerabilidades específicas de estos dispositivos para obtener control o acceso a redes.
Ante este tipo de escenarios, existen una serie de medidas básicas de seguridad para mejorar la protección de tu información y reducir el riesgo de sufrir un hackeo o un fallo de seguridad. Entre estas medidas, son esenciales las siguientes:
- Realizar una consultoría personalizada de seguridad es esencial para evaluar el estado de tus sistemas y aplicar soluciones adecuadas a tus necesidades específicas. Este proceso incluye una auditoría exhaustiva para identificar vulnerabilidades y riesgos, seguida de la implementación de medidas críticas como firewalls robustos para controlar el tráfico de red y proteger contra accesos no autorizados. Además, se utilizan soluciones antivirus y antimalware avanzadas para detectar y eliminar software malicioso, empleando tecnologías de aprendizaje automático e inteligencia artificial para identificar amenazas emergentes en tiempo real. El cifrado de datos en tránsito y en reposo garantiza la protección de la información sensible, haciendo que los datos sean ininteligibles para personas no autorizadas. Una consultoría personalizada también revisa políticas y procedimientos de seguridad, capacita a los empleados en prácticas seguras, e implementa sistemas de monitoreo continuo para detectar y responder rápidamente a cualquier actividad sospechosa, asegurando que todas las capas de tu infraestructura tecnológica estén protegidas frente a amenazas actuales y futuras.
- Establecer un plan de contingencia que contemple la posibilidad de que tus sistemas sean vulnerados y cómo restablecer el servicio según tus necesidades. La implementación de backups inmutables es crucial para asegurar que las copias de seguridad no puedan ser alteradas ni eliminadas. Además, con un plan de Disaster Recovery aplicarás procedimientos claros y los recursos necesarios para la restauración rápida de sistemas críticos. Con un plan de estas características se garantiza la recuperación efectiva de los datos y la reanudación de las actividades operativas tras un incidente de seguridad en el menor tiempo posible.
- Autenticación multifactor (MFA): implementar la autenticación multifactor (MFA) es una de las medidas más efectivas para proteger los sistemas y las cuentas de usuario. MFA añade una capa adicional de seguridad al requerir que los usuarios proporcionen dos o más formas de verificación antes de acceder a una cuenta o sistema. Esto puede incluir algo que el usuario sabe (contraseña), algo que el usuario tiene (token de seguridad, teléfono móvil) y algo que el usuario es (huella dactilar, reconocimiento facial). Al utilizar MFA, incluso si un atacante consigue la contraseña de un usuario, no podrá acceder al sistema sin la segunda forma de verificación.
- Mejorar el soporte de cloud mediante la contratación de un soporte premier que te permita escalar, mejorar los SLAs y la gestión de incidencias, así como acceder a las últimas actualizaciones de seguridad. En un entorno de cloud es esencial entender el modelo de responsabilidad compartida. En la modalidad IaaS (Infrastructure as a Service), la empresa es responsable de la seguridad de los sistemas operativos, aplicaciones y datos, mientras que el proveedor de cloud se encarga de la seguridad de la infraestructura subyacente. En PaaS (Platform as a Service), la empresa gestiona las aplicaciones y datos, mientras que el proveedor asegura la plataforma y la infraestructura. En SaaS (Software as a Service), el proveedor gestiona casi todos los aspectos de la seguridad, pero la empresa sigue siendo responsable de la gestión y la protección de los datos del usuario y la configuración de seguridad. En un modelo on-premise, toda la responsabilidad de la seguridad recae en la empresa, desde la infraestructura hasta las aplicaciones y datos.
- Contratación de un seguro de ciberriesgo que te permita cubrir tu empresa frente a los ataques y riesgos que amenazan la integridad de tu negocio. Un seguro de este tipo cubre los costes relacionados con la respuesta a incidentes, como la recuperación de datos y la reparación de sistemas afectados. Además, proporciona protección financiera ante la pérdida de datos críticos y compensa las pérdidas por interrupciones del negocio debido a incidentes de ciberseguridad.
Todas estas medidas son un básico para cualquier empresa, pero sin ellas no estás a salvo. Estas tareas suponen un cambio en la manera de trabajar y crean dificultades en su implantación para muchas organizaciones, aquí es donde la experiencia y la metodología de expertos en ciberseguridad como los de Integra Tecnología pueden ayudarte a proteger tu negocio.