Destacados expertos analizan la importancia de compatibilizar la eficacia sanitaria y la sostenibilidad económica en la compra pública de innovaciones biomédicas
En la II Jornada “Creando valor en Salud a través de la Contratación Pública”
El envejecimiento de la población, unido al aumento de las enfermedades crónicas y la multimorbilidad, junto con la disrupción digital y la aceleración de la innovación en el sector salud, son solo algunos ejemplos los desafíos a los que se enfrenta nuestro sistema sanitario. Ante este nuevo paradigma, surge la necesidad de dar un nuevo enfoque a nuestro sistema de gestión sanitaria, basado en el valor, y fundamentarlo en las necesidades del paciente, al tiempo que se compatibilizan conceptos como “eficacia sanitaria” y “sostenibilidad económica”.
En este contexto, MSD, en colaboración con Science & Innovation Link Office (SILO), ha organizado la II Jornada presencial “Creando valor en Salud a través de la Contratación Pública”, con el fin de fomentar un espacio de diálogo para la reflexión que ayude a los decisores públicos sanitarios a profundizar en las peculiaridades de la contratación pública sanitaria, avanzar en el conocimiento de nuevos mecanismos de compra de medicamentos e identificar áreas de mejora que permitan optimizar los procedimientos actuales.
La Jornada, inaugurada por Ana Argelich, presidenta y directora general de MSD en España, y por Susana Álvarez Gómez, subdirectora general de Contratación del Servicio Madrileño de Salud, ha contado con la intervención de reputados expertos en contratación pública, juristas y decisores sanitarios. Todos los participantes han coincidido en la necesidad de un cambio en la cultura de la contratación pública sanitaria, que avance hacia una compra sostenible, flexible y eficaz que incorpore la constante del valor, superando los esquemas tradicionales basados únicamente en el precio. Asimismo, han destacado la importancia de trabajar de la mano de todos los actores implicados -administraciones públicas, industria biofarmacéutica, profesionales sanitarios y academia- para mejorar nuestro sistema sanitario y convertirnos así en un país de referencia en Europa en la compra de medicamentos por valor.
Hablar de compra pública y gestión sanitaria basadas en valor supone desarrollar iniciativas que incorporen la voz de los pacientes y respondan a sus necesidades. “La atención sanitaria no debe ser solo un proceso mecánico; cada paciente es una persona con necesidades específicas. Por ello, en MSD llevamos años comprometidos con este nuevo modelo de transformación sanitaria y seguiremos trabajando en la misma línea, centrados en el paciente y haciendo compatibles los conceptos de “eficacia sanitaria” y “sostenibilidad económica”, en un contexto de colaboración y diálogo entre todos los agentes, incluido el sector biofarmacéutico”, ha asegurado Ana Argelich, quien también ha incidido en la sostenibilidad como pilar fundamental para el cambio: “es necesario un cambio de cultura en la contratación pública sanitaria, hacia una compra sostenible, flexible y eficaz que incorpore la constante del valor y contribuya a mejorar la equidad en el acceso a la innovación biomédica, superando los esquemas tradicionales basados únicamente en el precio”.
Otro de los aspectos destacados es que la colaboración público-privada es esencial y la contratación pública sanitaria debe entenderse como herramienta de planificación y de política pública capaz de impulsar la innovación y la sostenibilidad económica a largo plazo. A su vez se incidió en que es necesario impulsar fórmulas de cooperación entre los distintos actores intervinientes que permitan incentivar la innovación, compartir los riesgos inherentes a la adquisición de medicamentos innovadores y mejorar la eficacia en la contratación, para así garantizar y optimizar el acceso de nuestros ciudadanos a servicios de calidad.
Por su parte, José María Gimeno Feliú, catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad de Zaragoza y moderador de la mesa debate, ha señalado que” la estrella polar de la contratación pública al servicio de la ciudadanía no puede ser el precio o el ahorro presupuestario sino el mejor resultado de la prestación desde el nivel más óptimo de calidad posible. La contratación pública se debe diseñar desde la óptica de la inversión y no del gasto, teniendo en cuenta una perspectiva horizontal y no meramente vertical sobre el alcance de la decisión contractual”.
Entre las medidas propuestas para crear valor en salud a través de la Contratación Pública, los expertos han subrayado la necesidad de armonizar el valor clínico y técnico de los medicamentos, y el valor económico que representan para el propio sistema sanitario. También abogan por integrar figuras clínicas en los procesos de contratación pública y por la incorporación de criterios técnicos de valor, así como por lograr una mayor flexibilidad en los procedimientos competitivos y por simplificar la contratación administrativa en aquellos casos en los que no se dé una concurrencia competitiva.