El sector de la eficiencia energética en España será protagonista de grandes cambios en los próximos meses. El Real Decreto 36/2023 del 24 de enero ha introducido el Certificado de Ahorro Energético (CAE), una herramienta para alcanzar los objetivos de ahorro energético introducidos a partir de la Directiva 2012/27/UE.
Veamos, pues, las principales ventajas que el sistema aportará a todos en el sector energético, empezando por los consumidores, los inversores y todos los agentes de la industria. Por ello es importante destacar las principales características del mismo y los impactos positivos que va a conllevar.
Un Certificado de Ahorro Energético es un documento que acredita un ahorro medible de energía derivado de una actuación de eficiencia energética, que puede englobar acciones dirigidas a ahorrar energía en ámbitos tan diversos como los procesos industriales, la climatización, la recuperación de calor, la iluminación, etc.. Las empresas sujetas a cuota anual de ahorro energético (llamadas Sujetos Obligados – SO) podrán sustituir voluntariamente un porcentaje de sus pagos al Fondo Nacional de Eficiencia Energética (FNEE) por un ahorro energético certificado (CAE) proveniente de las inversiones de eficiencia de las empresas (que la normativa define como Usuarios Finales).
A pesar de que las empresas no puedan operar directamente en el mercado CAEs – generando y vendiendo los Certificados a los SO (es imprescindible contar con el ayuda de un Sujeto Delegado – SD, empresas de servicios energéticos acreditadas en el sistema) el mecanismo empuja fuertemente las inversiones en eficiencia energética: las empresas se beneficiarán económicamente de las medidas implementadas, tanto por la reducción de la factura energética, como por la monetización de los ahorro energéticos demostrados (CAEs). De hecho, una vez que los Certificados tengan validez, el Sujeto Delegado venderá a un (o unos) Sujeto Obligado los CAEs, repartiéndo el beneficio con la empresa que ha realizado la actuación de eficiencia energética y con la que ha firmado anteriormente un convenio.
A pesar de que aterrice en España con muchos años de retraso con respecto a otros países europeos, se trata indudablemente de un sistema que beneficiará a todos los actores:
- Las empresas: verán reducida su factura energética y rentabilizarán más las inversiones en eficiencia.
- Los Sujetos Obligados: flexibilizarán la forma de cumplir con las obligaciones del Sistema Nacional de Obligaciones de Eficiencia Energética (SNOEE) y aprovecharán de la reducción del coste de la obligación.
Otros beneficiados por el sistema van a ser la eficiencia energética y el medioambiente: en tiempo de volatilidad de los precios de electricidad y gas y de lucha al impacto medioambiental, el sistema hace aún más convenientes las inversiones en eficiencia para las empresas, otorgándoles una herramienta no existente hasta ahora.
Energika ha tocado con mano los efectos producidos por el sistema CAEs (Titoli di Efficienza Energetica – TEE) en Italia a partir del año 2004. La puesta en marcha de este mecanismo, después de unos años de titubeos debidos a distorsiones posteriormente solucionadas, ha producido un incremento significativo de las inversiones en eficiencia energética por parte de las empresas. Solo para dar un dato, las intervenciones realizadas por Energika han producido para sus clientes Certificados por un valor de más de 3 millones de Euros.
Claramente no todo es oro lo que reluce y el sistema no es conveniente de por sí: la activación de mecanismos que prevén una especie de contribución a fondo perdido para las empresas hace que a menudo se adopten decisiones no óptimas. La experiencia italiana nos ha demostrado cómo algunas empresas, por desconocimiento, han realizado actuaciones de eficiencia no prioritarias, antes que otras más urgentes. En ese sentido, antes de decidir qué intervención realizar para mejorar la propia eficiencia, una empresa tendría que realizar una auditoría energética. Realizar una auditoría significa someter una empresa a un diagnóstico técnico y a un estudio detallado de su realidad y de sus procesos de producción desde el punto de vista de la eficiencia energética, con la finalidad de determinar cuáles intervenciones específicas realizar para mejorar su competitividad y alcanzar los objetivos de ahorro energético y económico.
Resumiendo lo tratado: el sistema CAEs otorga a las empresas una gran oportunidad para mejorar su propia eficiencia energética, pero para sacarle el máximo partido, tendrán que confiar en empresas de servicio energético con experiencia, que detecten las actuaciones prioritarias a realizar.
Más info en