Puntos débiles que debemos proteger:

Los accesos más habituales que encontramos en una comunidad de propietarios son:

• Entrada exterior: Si no se accede directamente al edificio, sino que se accede a una parcela comunitaria, esta debe tener una o varias puertas de acceso. Si son varias las entradas hay que tratar de cubrir la seguridad de todas ellas, aunque una sea la más popular o habitual.
• Puerta de entrada: De cada edificio, que da directamente al portal. Esta es la que solemos tener en mente a la hora de planificar un plan de seguridad, ya que es el principal punto de acceso y el más utilizado.
• Garaje: Es uno de los puntos débiles más atrayentes para aquellos que quieren robar o realizar actos vandálicos. Muchos vecinos olvidan cerrar la puerta después de acceder, permitiendo que cualquier persona se cuele dentro. De esta manera se ponen en peligro todos los vehículos del garaje, pero también las viviendas a las que se podrá acceder por escaleras interiores. Si el garaje es compartido con varios edificios el peligro atañe a todos ellos.
• Trasteros: Hay excepciones en cuanto a la localización de los mismos. En los edificios en los que el trastero está en la azotea o puerta con puerta con cada vivienda el acceso de extraños es menos probable. Pero en los casos en los que los trasteros están a ras de suelo o a la altura del garaje estos se convierten en otro punto débil a tener en cuenta.

Soluciones de seguridad para los diferentes accesos:

A la hora de planificar un buen plan de seguridad de una comunidad de vecinos es necesario tener en cuenta todos los accesos que acabamos de ver. Y planificar las soluciones de seguridad acorde a todos estos puntos.

• Control de accesos: Mediante llaves o tarjetas de proximidad que permiten saber quién entra y sale de cada espacio. Este tipo de mecanismo puede anularse si la llave se pierde o ha sido robada, evitando que personas desconocidas la utilicen en el edificio.
• Accesos a garaje mediante matrículas: Controladas por cámaras que permiten acceder cuando se trata de una matrícula registrada, y evitan que extraños entren en el edificio.
• Cámaras de seguridad: Que permiten controlar lo que ocurre en cada acceso a la vivienda, y que disuade a los vándalos de realizar cualquier acción.

Además de todo ello, es importante tener en cuenta también las zonas comunes y sus posibles necesidades concretas. Control de aforo, medidas de control de accesos o cámaras específicas pueden ser buenas soluciones.

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