“Kit de supervivencia empresarial para hacer frente a la incertidumbre”
En un entorno cada vez más cambiante, contar con un kit de supervivencia empresarial es esencial para garantizar la estabilidad de cualquier negocio. Este conjunto de herramientas estratégicas, financieras y operativas permite a las empresas enfrentar crisis, adaptarse a nuevos escenarios y tomar decisiones con mayor agilidad.
Ante tiempos convulsos, se necesitan ideas creativas y, sobre todo, medidas de contingencia que permitan hacer frente a situaciones inesperadas. Todo lo que contribuya a estar preparados ante cualquier imprevisto nos ayudará a sobrellevar mejor la incertidumbre.
El kit de supervivencia que lanzó la Unión Europea hace unas semanas era una llamada de atención a estar prevenidos. Quizá podía sonar algo alarmante, pero es cierto que las cosas pueden ponerse difíciles cuando menos te lo esperas y si estás preparado, las consecuencias pueden ser menores. Pensemos en el apagón del 28 de abril: quienes tenían una radio analógica, velas o dinero en metálico pudieron llevar mejor una situación sobrevenida que nos pilló in fraganti.
Trasladado al ámbito económico, las empresas están navegando en ríos revueltos últimamente: la guerra de Ucrania, la de Gaza, la llegada de Trump a la presidencia de EE.UU. y su política arancelaria, que ha desestabilizado los mercados, cambiado el orden político internacional conocido hasta ahora y ha generado incertidumbre en empresas y ciudadanos por las repercusiones que estas medidas van a tener en los bolsillos de todos.
Para hacer frente a las inestabilidades económicas, las empresas también deben de estar preparadas. Es lo que ha denominado Enrique Barbero, director de Comunicación, Marca y Relaciones Institucionales de Ibercaja, “el kit de supervivencia empresarial”.
El kit está compuesto por cuatro elementos:
- Componente financiero. Las empresas deben de disponer de más activos líquidos o líneas de crédito con entidades financieras que les permitan disponer de mayor liquidez de forma rápida. De esta forma, las compañías pueden hacer frente a gastos imprevistos y cumplir con las obligaciones corrientes; además, disponer de una mayor liquidez les dará flexibilidad y reducirá su vulnerabilidad en momentos de crisis.
- Ventas y compras. Ante un contexto impredecible, no basta con tener un plan B, sino que hay que tener planes alternativos y fáciles de activar. En definitiva, se trata de pensar en todos los escenarios posibles y planificar cuál sería la reacción en cada uno de los escenarios. De esta forma, se puede hacer frente a la pérdida de clientes o proveedores, alteraciones en la cadena de suministros, etc.
- Tecnología y aprovisionamientos. Hay que reflexionar detenidamente sobre qué recursos son necesarios para garantizar la continuidad de la actividad y cómo se van a garantizar. Desde la energía, el agua, las materias primas o el personal, hasta la seguridad digital para defendernos ante ciberataques. Una vez identificadas todas las necesidades, hay que ver si hay que implementarlas y qué inversiones se necesita llevar a cabo.
- Organización interna en situaciones de crisis. Las empresas tienen que contar con planes de continuidad y comités de crisis que se activen y actúen de forma inmediata dando respuesta efectiva a la emergencia. Los retrasos desencadenan más problemas organizativos y de gestión y fallos en la comunicación por lo que la efectividad es prioritaria ante una crisis.

Ibercaja abre un espacio dentro de su web para ayudar a empresas con un “Kit de supervivencia empresarial”
Existen ciertas inestabilidades económicas que pueden ser combatidas en el ámbito empresarial, gracias a la propuesta que refleja Ibercaja con un kit destinado a prevenir riesgos importantes en este contorno.
Teniendo en cuenta el kit de supervivencia que la Unión Europea hizo notorio, no cabe duda de que no es el único método de prevención para ciertas situaciones que inevitablemente nos afectan de un modo u otro. Ciertos acontecimientos actuales traen consigo grandes cambios en el ámbito económico, político y empresarial, donde las empresas deben estar preparadas para la influencia directa e indirecta que esto supone.
El apagón del 28 de abril es un claro ejemplo de lo vulnerables que somos ante situaciones puntuales sin prevención ninguna, lo cual debe hacernos abrir los ojos para tomar medidas radicales que eviten tanto casos aislados como grandes inconvenientes.
Enrique Barbero, director de Comunicación, Marca y Relaciones Institucionales de Ibercaja, ha denominado “Kit de supervivencia empresarial” a los 4 pasos sustanciales para cuidar los recursos de la empresa ante cualquier amenaza o imprevisto que pueda llegar a surgir en una empresa.
Primeramente, el componente financiero consiste en disponer de más activos líquidos o de líneas de créditos con entidades financieras, ayudando a su vez a tener mayor flexibilidad y menor vulnerabilidad ante situaciones de crisis.
Se deben tener planes de contingencia que puedan ser activados en cualquier momento para hacer frente a cualquier inconveniente, especialmente si fallan ciertas operaciones de compraventa con proveedores o clientes potenciales respectivamente.
La garantía para continuar nuestra actividad ante imprevistos es fundamental a la hora de desarrollar nuestra actividad logística y productiva, tomando medidas que garanticen la seguridad de recursos tecnológicos y de aprovisionamiento, y todo ello basado en la resiliencia que las empresas deben integrar en su entorno.
Por último, los planes de continuidad y comités de crisis en estas situaciones son prioritarios para enfrentar las adversidades exteriores, los cuales deben ser ejecutados a través de una toma de decisiones meditada con la información que se disponga en un momento determinado.
Artículo publicado el 05/06/2025