La crisis global generada por COVID-19 hace que la sociedad se enfrente a nuevos retos sin precedentes en la historia reciente. La crisis sanitaria ha dado lugar a una nueva realidad y esto hace que los hábitos de los ciudadanos se modifiquen en busca de nuevas alternativas, primando la seguridad sobre otras variables. 

El transporte y la movilidad de las personas son un sector clave en la recuperación del pulso y de la vida diaria en las ciudades. La disminución del uso del transporte público para evitar aglomeraciones y el miedo al contagio hará que el uso del vehículo privado aumente una vez que comience la desescalada del confinamiento. 

Con este aumento del uso de vehículo privado, la demanda de aparcamiento también se incrementará, pero las variables decisorias sobre dónde aparcar el vehículo han cambiado. Ya no será tan determinante para los usuarios el precio, sino su seguridad. Por tanto, será necesario que los parkings se adapten a esta nueva realidad, diferenciándose y ofreciendo seguridad a sus usuarios para evitar contagios. Es en este aspecto en el que ElParking plantea una solución para reducir los puntos de contacto en el proceso de estacionamiento y pago en parkings. 

En el flujo habitual de funcionamiento, todos los conductores deben tocar directamente varios elementos en el aparcamiento como son las barreras de entrada y salida, las cajas o el dinero. Según fuentes oficiales del ministerio de sanidad, el virus se mantiene en algunas superficies de nuestro día a día como billetes o monedas hasta 96 horas, lo que hace de ellas un vector claro de contagio.