Las empresas que ponen a sus empleados en el centro de su estrategia de sostenibilidad no solo mejoran su impacto social, sino que también fortalecen su competitividad y resiliencia. Con esta premisa, la Cátedra de LiderazgoS y Sostenibilidad de Esade, en colaboración con Alsea y Grup Bon Preu, ha desarrollado el Modelo E.ESG, un nuevo enfoque de evaluación que amplía los criterios ESG tradicionales (Ambiental, Social y de Gobernanza) para situar a los trabajadores como eje fundamental de la sostenibilidad corporativa.

El nuevo modelo de evaluación de la sostenibilidad empresarial, desarrollado en el informe «Del ESG al Modelo E.ESG: La centralidad de las personas trabajadoras en la sostenibilidad de las empresas”, ofrece una taxonomía de buenas prácticas para optimizar la gestión del talento y maximizar su impacto en la organización. “Más que una herramienta de gestión, este modelo es una invitación a las empresas a replantearse su relación con los empleados. La sostenibilidad comienza dentro de las organizaciones, con equipos valorados, escuchados y alineados con el propósito corporativo”, señala Carlos Cortés, colaborador académico del Departamento de Dirección General y Estrategia de Esade e investigador principal del modelo.

Salario digno, bienestar emocional y flexibilidad laboral

El informe destaca datos clave que justifican la necesidad de este enfoque centrado en las personas dentro de la sostenibilidad empresarial. A escala global, 1.000 millones de personas no perciben ingresos suficientes para vivir con dignidad. Aunque el 90% de los países han implementado un salario mínimo, este no siempre cubre las necesidades básicas, por lo que el Modelo E.ESG insta a las empresas a ir más allá de los requisitos legales y garantizar un salario digno real.

La equidad salarial sigue siendo un desafío: en España, la brecha salarial de género se mantiene en el 17%, mientras que en Europa es del 13%. Esto pone de manifiesto la necesidad de adoptar políticas de transparencia y equidad retributiva que permitan cerrar esta brecha.

El bienestar emocional también se ha convertido en una prioridad en el ámbito laboral. Actualmente, el 24% de los empleados abandona su trabajo debido a problemas de salud mental. Sin embargo, solo el 23% accede a programas de apoyo, a pesar de que el 63% de los responsables de recursos humanos consideran esenciales estas iniciativas.

Otro reto importante es la diversidad generacional. Aunque el 82% de las empresas cuentan con equipos multigeneracionales, el 29% de los trabajadores mayores de 50 años sigue desempleado y enfrenta dificultades para reincorporarse al mercado laboral. Para hacer frente a esta situación, el Modelo E.ESG promueve la inclusión del talento sénior y la mentoría inversa como estrategias clave para aprovechar la experiencia de estos profesionales.

Por último, la flexibilidad laboral se ha consolidado como una demanda esencial para los empleados. El 64% de quienes han trabajado en un modelo híbrido no desean volver a la presencialidad total, mientras que el 81% valora más que nunca el equilibrio entre la vida profesional y personal.