ABENCYS. EL CONFLICTO RUSO-UCRANIANO PONE EN JAQUE LAS IMPORTACIONES ENERGÉTICAS

ABENCYS. EL CONFLICTO RUSO-UCRANIANO PONE EN JAQUE LAS IMPORTACIONES ENERGÉTICAS

La tensión actual en Ucrania agrava el complicado escenario energético redirigiendo los tráficos marítimos, afectando sus movimientos a nivel global en un claro clima de incertidumbre económico.

La tensión actual en Ucrania agrava el complicado escenario energético redirigiendo los tráficos marítimos, afectando sus movimientos a nivel global en un claro clima de incertidumbre económico.

Ucrania es el país más grande de Europa después de la Federación Rusa. Se encuentra en una situación geográfica óptima entre dos grandes mercados, Rusia y la CEI por un lado y la UE del otro, a los que se puede suministrar desde Ucrania. Es además lugar de tránsito tanto por tierra como por mar. Tiene frontera con siete países: Rusia por el norte y este, Bielorrusia por el norte, Polonia y Eslovaquia por el oeste, Rumania, Hungría y Moldavia por el suroeste. Crimea y Sebastopol fueron anexionadas por Rusia. En la región de Donbás se desarrolla una confrontación armada entre separatistas y el ejercito ucraniano. Las partes no controladas por el Gobierno ucraniano lo son por las autodenominadas República Popular de Donetsk y República Popular de Lugansk, apoyadas por la Federación Rusa.

La Constitución, aprobada el 28 de junio de 1996, y reformada en 2004 tras la revolución naranja, define a Ucrania como una República y como un Estado soberano, independiente, democrático, social, de Derecho y unitario. Su actual reforma, equilibra los poderes entre el poder legislativo y el ejecutivo y supone una reducción significativa de los poderes del presidente, aunque éste mantiene el control sobre los ministerios de Exteriores, de Defensa y sobre los Servicios de Seguridad, así como sobre los nombramientos de los gobernadores regionales.

El presidente de Ucrania es el jefe de Estado. El Parlamento ucraniano (Verkhovna Rada) es unicameral, compuesto por 450 diputados, elegidos por sufragio universal, si bien en las últimas elecciones, celebradas en 2019, sólo se cubrieron 423 escaños, dada la ocupación de Crimea y la guerra en las provincias de Donetsk y Lugansk, lo que impide el sufragio en 27 circunscripciones uninominales. En el plano interno, la presidencia de Poroshenko (2014-2019) se caracterizó por el acercamiento a la UE y a la OTAN.

El atractivo general de Ucrania para el comercio y la inversión se encuentra en el tamaño de su población 42,8 millones de habitantes, sus seis ciudades de más de un millón de habitantes, en un alto potencial de crecimiento económico a medio y largo plazo, sus recursos naturales y mano de obra a bajo coste.

Ucrania es la segunda economía en valor del PIB después de Rusia en el conjunto de los países de la CEI. Por su posición geográfica, Ucrania está destinada a ejercer de país de tránsito entre la UE y Rusia. Ucrania y la Unión Europea firmaron el Acuerdo de Asociación el 27 de junio de 2014, forma parte de la Política de Vecindad (ENPI) y de la nueva estrategia de Asociación Oriental. No obstante, con Rusia seguirá manteniendo lazos históricos, económicos y políticos profundos, aunque no siempre armoniosos como demuestra la situación actual prebélica.

Ucrania es el principal país de tránsito energético en Europa. El 50% del gas importado de Rusia se transporta por el sistema de gasoductos ucranianos. Probablemente, Rusia seguirá siendo, por cercanía y por sus enormes reservas, el principal suministrador de gas a Europa. Ucrania es también un país suministrador y de tránsito para los cereales y para numerosos minerales y productos metálicos. Además, cuenta con una vía de entrada y salida marítima para las mercancías en el puerto de Odessa.

En 2021, Ucrania y Rusia firmaron un acuerdo por el que el gas proveniente del país ruso seguirá atravesando Ucrania en su tránsito hacia Europa. Ahora, Rusia está construyendo gasoductos para sortear Ucrania por el norte y por el sur, lo que puede debilitar la posición estratégica y económica de Ucrania como puerta del gas ruso hacia Europa.

Pero lo cierto es que Ucrania ha puesto fin hace varios años a su tradicional dependencia energética con Rusia y actualmente no importa ni gas ni petróleo ruso y la interconexión eléctrica se mantiene cortada. Esta disminución de la importancia económica de Rusia ha beneficiado principalmente y desde el punto de vista comercial a los países europeos, especialmente a los más cercanos del este y centro de Europa. El cambio se explica por la decidida voluntad de Ucrania de acercarse a Europa buscando en último término la integración en la UE. En los últimos años ha habido igualmente un acercamiento a la OTAN, provocado por el deterioro de las relaciones con Rusia, circunstancia, hoy en día más que evidente.

Las exportaciones españolas a Ucrania están lejos de su potencial, debido a la crisis económica de los últimos años en este país, así como a la inseguridad de las inversiones, lo que impide una relación económica más intensa. Además, España es un gran importador de aceite de girasol, maíz y, en menor medida, de trigo de Ucrania. En 2019 las importaciones de estos tres productos llegaron a los 1.000 millones de euros. Por lo que se refiere a las exportaciones españolas a Ucrania, las mismas se concentran en vehículos, maquinaria y aparatos mecánicos, seguido de productos textiles. En cualquier caso, tanto las exportaciones como las importaciones, cuantitativamente reducidas, representan un porcentaje pequeño del total de nuestro comercio exterior.

La crisis geopolítica que se vive en Ucrania incrementará los precios del petróleo considerablemente. Y no solo ante el riesgo de un posible conflicto, sino por las sanciones económicas y comerciales que se pueden derivar de esa situación. Los precios del barril de crudo podrían sufrir un alza de forma inmediata, generando subidas de la inflación y lastrando la economía global. Rusia es uno de los mayores exportadores mundiales de crudo, una interrupción de este flujo dispararía los precios.

En Europa, una alternativa a los flujos actuales sería la importación a suelo europeo de productos procedentes de Oriente Medio y Asia, a través del Canal de Suez o del mercado estadounidense. Todo por vía marítima y no por oleoducto. Una reducción de esta fuente activaría las importaciones de GNL desde EEUU y Qatar con la ayuda de gaseros de gran porte, pero con la consecuente subida de precios.

Daniel Bosch, Of Counsel de Abencys

 

Más información:

https://www.abencys.es/noticia/el-conflicto-ruso-ucraniano-pone-en-jaque-las-importaciones-energeticas-daniel-bosch

 

Contacto:

Rosa Castro

rosa.castro@abencys.com

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