La agencia Mínima Cía cuenta el vuelo piloto de logística sanitaria de Bluenest: diez minutos que transforman nuestra forma de conectar

La agencia Mínima Cía cuenta el vuelo piloto de logística sanitaria de Bluenest: diez minutos que transforman nuestra forma de conectar

En La Gomera, Bluenest, la línea de movilidad aérea avanzada de Globalvia, coordinó el primer vuelo piloto de logística sanitaria con dron entre el Hospital de San Sebastián y el centro de salud de Playa de Santiago. El trayecto, que por carretera ronda los cuarenta minutos, se resolvió en diez. Mínima estuvo allí para contarlo en un vídeo que pone el foco en lo esencial: la utilidad de la innovación cuando mejora la vida de las personas.

Lo que se ve y lo que hay detrás

La escena es sencilla. Un paquete sale de un punto y llega a otro diez minutos después. Entre medias no hay atascos, ni curvas interminables, ni dudas con el reloj. Hay un vuelo limpio que resuelve un trayecto que por carretera se alarga mucho más. Lo que parecía una demostración técnica se convirtió en una idea clara. Conectar mejor es llegar a tiempo.

Mientras rodábamos, el relato se escribió solo. Preparación, despegue, entrega, vuelta. Sin artificio. Lo que queda es el impacto que produce acortar distancia real en una isla con terreno exigente. Diez minutos no hacen ruido, pero cambian la manera de organizar recursos y de atender a quien espera.

Lo que ves en cámara es precisión y calma. Lo que sostiene esa imagen es una colaboración pública y privada que ha trazado un corredor de baja altura para conectar los seis municipios con el hospital insular. En esta fase se prueban dos rutas: la sur, entre Playa de Santiago y San Sebastián, y la norte, entre Hermigua y el hospital. Donde antes había cuarenta minutos de carretera, ahora hay unos diez de vuelo estable y predecible. En la otra ruta, media hora por tierra se reduce de forma similar por aire.

El día del proyecto piloto, el dron despegó de San Sebastián y aterrizó en Playa de Santiago en torno a diez minutos después. Ese recorte no es un detalle técnico; es la diferencia entre que una muestra llegue a tiempo o no, entre que un material crítico esté disponible o se demore. En una isla que se mueve entre barrancos y curvas, ganar minutos útiles cambia decisiones.

Logística sanitaria Bluenest

Nuestro papel antes, durante y después del vuelo

Llegamos a La Gomera con un objetivo claro: dar soporte a Bluenest para que el hito quedara bien documentado y pudiera compartirse con sus públicos clave. La preparación empezó días antes con una escaleta de contenidos que ordenaba cada momento relevante del proyecto piloto. Acordamos los puntos de rodaje, las transiciones y las frases clave que debían quedar registradas para construir una narrativa limpia y comprensible.

Hubo un trabajo de coordinación que no se ve pero sostiene todo lo demás. Cuadrar horarios con los equipos técnicos y sanitarios, reconocer ubicaciones, prever márgenes por cambios de luz y viento. Diseñamos un plan de cámaras con enfoque complementario. Planos contextuales para entender la geografía, planos cercanos para dar rostro a quienes lo hicieron posible y tomas funcionales del proceso de entrega. El objetivo era asegurar material sólido, sin depender de repeticiones que no iban a producirse.

El día del vuelo trabajamos con una lógica de evento vivo. No había margen para segundas tomas. Asignamos roles claros en el equipo para que cada punto del recorrido quedara cubierto. Una cámara en origen para la preparación y el despegue. Otra en destino para la recepción y la entrega. Un tercer punto dedicado a reacciones y contexto, con detalles que aportan sin interrumpir la operación.

Esa organización permitió capturar lo esencial sin interferir en la logística. Registramos el minuto a minuto con continuidad visual, de forma que la edición posterior pudiera respetar el pulso real del trayecto. El resultado es una historia que se entiende sin necesidad de sobreexplicación. Se ve, se sigue y se recuerda.

Logística sanitaria Bluenest

La edición fue el lugar donde todo encajó. Partimos de una premisa sencilla: primero el porqué, luego el cómo. Abrimos con el contexto y con la idea de conectar en diez minutos. Después, construimos una progresión clara entre preparación, vuelo y entrega, sin saltos que rompieran la comprensión. La banda sonora acompaña sin invadir. La gráfica aparece cuando aporta datos o ubicaciones, no como adorno.

Preparamos un vídeo que resume la jornada con claridad editorial y piezas cortas pensadas para redes. Versionamos formatos para su publicación en canales propios y para la comunicación con socios y medios. El enfoque fue práctico. Material compacto, ágil y reutilizable, coherente con la identidad de Bluenest y listo para apoyar futuras presentaciones del proyecto.

El soporte no terminó en la exportación. Acompañamos a Bluenest en la selección de fragmentos que mejor explican el propósito del proyecto piloto. Ordenamos un pequeño banco de planos y fotografías que facilita la vida a quien comunica. Cuando la historia está bien organizada, la difusión fluye y el mensaje llega más nítido.

Bluenest
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Artículo publicado el 11/09/2025