Tambre homenajea el papel de la mujer en la ciencia: de niñas a científicas
Cada vez más mujeres se decantan por la ciencia. Tambre rinde homenaje a quienes han decidido dedicar su vida a la investigación y al desarrollo científico a través de testimonios de mujeres de la empresa.
El avance de la ciencia y la tecnología depende de la incorporación de talento sin barreras de género. Tambre es un ejemplo de esta realidad: en torno al 90% de su plantilla está formada por mujeres, con un equipo multidisciplinar compuesto por ginecólogas, embriólogas, enfermeras e investigadoras. La diversidad impulsa la innovación y refuerza la competitividad en el sector de la salud.
La medicina reproductiva es un campo en el que la investigación científica y la aplicación clínica van de la mano. Cada descubrimiento, cada procedimiento mejorado y cada avance en la fertilidad es el resultado del esfuerzo de profesionales dedicadas a la excelencia.
Tambre toma como impulso el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia para conocer a través de un vídeo corporativo los testimonios de cuatro mujeres de Tambre que decidieron un camino científico: Ángela Llaneza, Leonor Ortega, Sónia Poeiras y Susana Cortés reflejan el impacto de la mujer en la ciencia y comparten su visión sobre el futuro.
Ángela Llaneza: liderazgo en medicina reproductiva
La doctora Ángela Llaneza, ginecóloga especializada en medicina reproductiva y directora científica de Tambre, encontró su vocación desde muy joven. Criada en una familia de médicos, su inclinación hacia la endocrinología y la ginecología la llevó a especializarse en reproducción asistida, un ámbito en el que la ciencia se traduce en esperanza para miles de personas.
Desde su experiencia, destaca la importancia de la constancia y la confianza en uno mismo: «Los objetivos se consiguen con esfuerzo, y esta profesión es mucho más gratificante de lo que parece». A las niñas que sueñan con ser científicas o médicas, les aconseja: «Que estudien, que jueguen y que desarrollen su creatividad. La medicina no es solo datos y procedimientos; también es humanidad».
Leonor Ortega: la embriología como motor del cambio
Para la embrióloga Leonor Ortega, la ciencia siempre fue un área de interés, pero fue su profesora de Biología y Geología quien despertó su verdadera vocación. Su camino la llevó a especializarse en reproducción asistida, donde su trabajo es clave en el desarrollo de técnicas avanzadas para mejorar la tasa de éxito de los tratamientos de fertilidad.
«Siempre tuve claro que quería ayudar a los demás, y en la embriología encontré la manera de hacerlo», comparte. Además, destaca la necesidad de mayor representación femenina en el ámbito científico: «Sabemos que hay más universitarias que universitarios, pero en carreras STEM solo una de cada cuatro matrículas pertenece a mujeres. La ciencia necesita más talento femenino».
Sónia Poeiras: la enfermería como vocación global
La enfermera Sónia Poeiras ha desarrollado su carrera en diferentes países, desde su Portugal natal hasta Francia y España. Aunque en su infancia no pensaba en la enfermería como primera opción, el ejemplo de su padre, también enfermero, la llevó a descubrir su verdadera vocación.
«No basta con adquirir conocimientos técnicos; la enfermería es también saber escuchar, acompañar y ser un apoyo para los pacientes», afirma. Su consejo para quienes quieren seguir este camino es claro: «Entender la profesión más allá de la teoría. Trabajar en equipo y tener vocación es lo que hace la diferencia».
Susana Cortés: la perseverancia en la investigación
Desde pequeña, Susana Cortés, directora de laboratorios de Tambre, soñaba con ser veterinaria, pero terminó eligiendo Biología como segunda opción. Con el tiempo, encontró su lugar en la investigación y la ciencia aplicada a la reproducción asistida.
«Nunca he buscado reconocimiento, sino hacer mi trabajo cada día mejor para ayudar a más personas», explica. Su consejo para las nuevas generaciones de científicas es inspirador: «Quiérete, quiere a los que te rodean y trabaja duro. La ciencia es esfuerzo, pero también satisfacción».
El compromiso empresarial con la igualdad en la ciencia
Numerosos estudios demuestran que la diversidad de género en los equipos de trabajo mejora la toma de decisiones y potencia la innovación. En el sector sanitario, la presencia femenina en la investigación y la práctica clínica es clave para avanzar en tratamientos más eficaces y personalizados.
Las empresas tienen un papel fundamental en la promoción del talento femenino en la ciencia. Iniciativas como programas de mentoría, políticas de conciliación y promoción del liderazgo femenino son estrategias efectivas para cerrar la brecha de género en los sectores STEM.
Clínica Tambre apuesta así por la excelencia sin distinción de género y fomenta el desarrollo profesional de sus especialistas, cimentándose en la convicción de que la ciencia necesita de todas las mentes brillantes, sin barreras ni limitaciones.
Un futuro con más mujeres en la ciencia
El testimonio de Ángela Llaneza, Leonor Ortega, Sónia Poeiras y Susana Cortés refleja la realidad de muchas mujeres que han elegido la ciencia como su camino profesional. Sus historias no solo son un ejemplo de esfuerzo y dedicación, sino también un recordatorio del potencial que aún queda por desarrollar en el ámbito científico.
Tambre seguirá impulsando un mundo en el que el talento femenino tenga el reconocimiento que merece. El progreso no entiende de género, pero sí de talento. Y en Tambre apuestan por el talento sin barreras.
Te invitamos a conocer qué movió a estas tres mujeres a convertirse en científicas:
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