Riesgos químicos en el trabajo: ¿cómo identificarlos y prevenirlos?
Los riesgos laborales químicos pueden suponer un gran peligro en una empresa, especialmente cuando no se toman en serio. Muchas empresas caen en el error de no prestar atención a este tipo de riesgos, como si fuera un problema que sufren exclusivamente las empresas que tienen una actividad implícitamente química.
¿Qué son los riesgos laborales químicos?
Se consideran riesgos laborales químicos a aquellas sustancias, puras o compuestas, que suponen un peligro para los trabajadores. Dichas sustancias pueden ser inhaladas, ingeridas o por contacto cutáneo. Es decir, a través de la piel.
Dependiendo de la composición o naturaleza química de la sustancia en cuestión, sus daños pueden ser temporales o permanentes. Por ello, resulta muy importante detectarlos en el espacio de trabajo. Solo así se podrá desempeñar la actividad laboral de una manera segura.
¿Qué se considera una sustancia química peligrosa?
Por supuesto hay diferentes tipos de sustancias químicas que pueden hacer peligrar la salud de los trabajadores. Te dejamos un listado:
- Inflamables
- Irritantes
- Tóxicos
- Radiactivos
- Nocivos
- Explosivos
- Corrosivos
- Peligrosos para el medioambiente
Y es que no podemos olvidar que, un espacio laboral seguro debe serlo con los trabajadores y también con el medioambiente. Por eso es importante tenerlos presentes a la hora de definir los procesos de producción, así como los protocolos de trabajo, la maquinaria utilizada y demás.
Ejemplos de riesgos laborales químicos
Aunque ya tenemos definidas las categorías de riesgos laborales, aquí te dejamos algunos ejemplos. Algunos de ellos son de los más frecuentes, mientras que otros de ellos son menos habituales. Asimismo, hay algunos que afectan de manera instantánea y otros son perjudiciales tras una larga exposición.
Gases
Una exposición larga a los gases puede perjudicarnos a nivel individual (dificultad para respirar, mareos, náuseas…) o a nivel general, llegando a producir, por ejemplo, explosiones.
La complejidad de detectar estas sustancias puede ser muy compleja. Solo hay que tener en cuenta que hay gases que comienzan a dañarnos mucho antes de que podamos percibirlos por el olor.
Vapores y líquidos
El vapor es líquido evaporado. En este caso, puede ser dañino e incluso corrosivo si entra en contacto con la piel, con los ojos… y por supuesto, puede ser inhalado. Pero no solo eso, sino que, al igual que sucede con los gases, pueden llegar a ser inflamables.
Polvo
Con polvo no nos referimos a ácaros, aunque también hay que tener cuidado con las alergias de los trabajadores. El polvo aúna pequeñas partículas de elementos sólidos, algunos de ellos nocivos. Al inhalar es posible que se alojen en los pulmones o incluso en nuestra corriente sanguínea.
La manipulación de productos químicos en el espacio de trabajo
Como puedes ver, manipular productos químicos en el trabajo puede ser muy peligroso. Por ello es importante realizar un análisis de la actividad en la empresa. Pero no solo eso, sino también de su entorno. Y es que no siempre los riesgos laborales químicos están directamente relacionados con nuestra labor.
En los casos en los que sí lo está, los empleados deben llevar Equipos de Protección Individual (EPI) y seguir una serie de protocolos que reduzcan las probabilidades de sufrir accidentes relacionados. Asimismo, también deben contar con formación sobre cómo reaccionar ante este tipo de problemas. Así, aunque sucedan accidentes, se podrán atenuar.
Pero ¿y qué pasa con aquellos riesgos químicos que no entran en la actividad laboral? Desde fugas de gas a productos de limpieza, pintura y elementos a los que no damos importancia, pueden suponer un antes y un después en el bienestar del trabajador. Es esencial por ello mantener una señalética adecuada y hacer que los empleados estén al tanto de este tipo de situaciones.
Haz que tus trabajadores se sientan seguros con MPE
Desde MPE contamos con expertos en riesgos laborales químicos. Ellos se encargarán de analizar el entorno y de identificar los diferentes tipos de riesgos inminentes y potenciales. Además, podremos crear un plan de riesgos laborales químicos. Así podemos conseguir reducir la horquilla de problemas potenciales.
Hacer que tus trabajadores se sientan seguros en la empresa no solo es algo que fomenta las buenas prácticas del negocio, sino que también atañe al terreno legal. Según la Ley 31/1995 de Riesgos Laborales, los espacios de trabajo deben cumplir una serie de requisitos que apoyen el bienestar de sus empleados dentro de este ámbito. En caso de que se incumplan algunas de las normas recogidas en esta ley, las sanciones serán tanto legales como económicas.
Por ello, resulta imprescindible a día de hoy que tu empresa se encuentre actualizada y protegida. Un espacio de trabajo seguro es un espacio de trabajo productivo.
Ante este tipo de problemas y de riesgos, desde MPE buscamos concienciar a empresarios y trabajadores. Bien sea a través de auditorías, planes de PRL o formación, nuestro objetivo es crear un espacio de trabajo seguro. Por ello, queremos informarte sobre todo lo relacionado con los riesgos laborales químicos. Para más información, accede aquí: https://mpeprevencion.com/riesgos-laborales-quimicos/
Contacto:
Teléfono: 902 30 66 30