En el año 2021 se crearon un 27,7% más de empresas que el año anterior y, aunque el ritmo se ha ralentizado en el primer semestre de 2022 con una caída del 6,8%, históricamente el periodo septiembre – febrero es el periodo con mejor tendencia en el año en lo que a puesta en marcha de proyectos empresariales se refiere.
Cuando hablamos de empresas como Zara o Apple, y las vemos como ejemplos de crecimiento, innovación, liderazgo o presencia global, no debemos olvidarnos de que también tuvieron su “primer día de cole”.
Cada día, muchas personas anónimas inician la puesta en marcha de su negocio. Muy pocos terminarán siendo tan conocidos y nombrados como Amancio Ortega o Steve Jobs, pero gracias a todos estos héroes anónimos, nuestro tejido productivo se renueva, genera empleo y nos permite avanzar como sociedad.
Si estás en el proceso de poner en marcha tu propio proyecto empresarial, te damos 10 claves que pueden ayudarte:
- Reflexiona si tienes talento emprendedor (capacidad + acción + compromiso): Evalúa tus capacidades (¿puedo o no puedo hacerlo?), analiza si eres una persona de acción (¿soy de los que actúo proactivamente?) y sé muy sincero con tu nivel de compromiso (¿quiero hacerlo?).
- Las ideas en sí mismas tienen poco valor, lo importante es cómo las llevas a cabo y la forma que van tomando con el tiempo: ten presente que más vale una idea mediocre implementada de forma brillante, que una idea brillante mediocremente implementada.
- Busca la diferenciación de tu proyecto: tendemos a preguntarnos qué nos van a comprar nuestros futuros clientes, pero lo importante es el “por qué”, ¿Por qué los clientes van a comprar en mi negocio y no en otro? Define tu modelo de negocio (tu propuesta de valor, a que clientes quieres dirigirte, como te vas a relacionar con ellos y por qué canales, cuales van a ser tus fuentes de ingresos, que actividades son críticas en tu negocio, qué recursos y partners claves necesitas, y cuál va a ser tu estructura de costes.)
- Analiza y valora muy bien de quién te rodeas y quiénes van a ser tus compañeros de viaje: puede que el proyecto empresarial lo lideres tú sólo o con otros socios. En el primer caso, piensa en la importancia de rodearte lo antes posible de un equipo de compañeros o colaboradores de confianza, que te aporten distintas visiones y te ayuden a complementar tu perfil. En el segundo, evalúa el grado de confianza y sinceridad que tenéis entre todos, es crítico que compartáis una visión conjunta para el proyecto.
- No olvides que esto es una carrera de fondo, y que en la puesta en marcha del proyecto van a surgir barreras a las que tendrás que enfrentarte: El miedo al fracaso o a la ruina económica aparecerán en algún momento en tu camino. La ruina económica es un riesgo implícito a cualquier proyecto empresarial, pero si te rodeas de buenos asesores legales, fiscales y laborales y haces las cosas bien, quedará muy minimizado.
La burocracia y el “papeleo” también los verás en ocasiones como muros difíciles de superar, con un poco de paciencia comprobarás que un buen proyecto empresarial termina por superarlos.
- Mide lo mejor que puedas y con todo el realismo posible tu capacidad de inversión y tus necesidades de financiación: asume desde el primer momento que el “primer euro” para tu proyecto debes aportarlo tú. A partir de ahí, siempre acabarás necesitando algo más de lo que preveías. Acude a una entidad financiera con tiempo, Y si la naturaleza de tu proyecto requiere de inversores, compárteles tu modelo de negocio. Pero, sobre todo, lo que más van a valorar es que ya tengas clientes que confíen en tu proyecto y que tengas un equipo sólido.
- Empieza a vender tu negocio desde antes de ponerlo oficialmente en marcha: quien tiene cliente, tiene mercado… y todo lo demás. Aprovecha todo el potencial que la tecnología e internet nos ofrecen hoy en día. El hecho de que “nadie” te conozca a ti ni a tu marca debes verlo como una oportunidad, tienes todo el camino por recorrer sin “enemigos” y clientes insatisfechos.
- Pon en marcha un plan para entrar en contacto con asociaciones sectoriales y organizaciones empresariales de tu interés, y empieza a generar tu red de contactos: Asiste a eventos y trabaja tu marca personal.
- Aprende todo lo que puedas sobre gestión del tiempo y del estrés: la puesta en marcha de un proyecto empresarial difumina la separación entre la vida personal y la vida profesional.
- No pierdas la conexión con el mundo real más próximo: seguro que tendrás pareja o amigos o padres o hijos… Recuerda que ellos también son importantes en tu proyecto. Trátalos mejor que a tu mejor cliente y dedícales tiempos de calidad.
Por último, no olvides que todos estos tips no son recetas infalibles. Son ingredientes probados, que funcionan y que han sido útiles para muchos empresarios, pero ten presente que, si has llegado hasta aquí, ha sido gracias a tu impulso, intuición y creatividad. Por ello, aplica el sentido común y según avances en el desarrollo de tu proyecto, tú mismo identificarás nuevas claves que enriquecerán todas las recomendaciones anteriores.
Ya lo dijo Napoleón: “Nunca emprenderíamos nada si quisiéramos asegurar por anticipado el éxito de nuestra empresa”. Bienvenido a la incertidumbre.