En un mercado tan dinámico y cambiante como el actual, el tamaño de los operadores resulta fundamental. Las compañías que participan en mercados globales necesitan de cierto tamaño y envergadura para ganar competitividad. En este sentido, realizar inversiones en otras empresas para adquirir tamaño es, por tanto, además de una oportunidad, una necesidad en la situación económica en la que nos encontramos.
1. Detectar la oportunidad
Dentro de las oportunidades que se presentan en el mercado una vez que una compañía decide tomar como opción “salir de compras”, están las empresas que, fruto del impacto generado por una crisis como la actual y las tensiones internas agravadas, requieran de un ajuste operativo interno o necesite urgentemente financiación. En este sentido, son compañías que probablemente pasen por una situación de insolvencia, por lo que una solución pasa por la llegada de un socio que aporte capital y garantice la continuidad de la compañía.
2. Analizar la viabilidad de la empresa
Realizar una operación de adquisición de una compañía que atraviesa por dificultades financieras exige además un análisis previo para valorar la viabilidad del negocio y el alcance de los ajustes que se deberán hacer en el seno de la organización para garantizar su buena marcha. En ese punto, escoger muy bien el momento de la compraventa de esa compañía, y tratar en la medida de lo posible que su fondo de comercio no sufra en exceso, resultará fundamental para solventar con éxito esta actuación.
3. Conjugar valor y precio
Si tomamos consciencia de la situación por la que pasa una compañía con problemas económicos, las complicadas decisiones que debe tomar un propietario o Consejo de Dirección para conseguir levantar la empresa pueden generar que la decisión para conseguir alcanzar un acuerdo se retrase más de la cuenta. Por lo general, la percepción de los socios sobre el valor actual de su compañía suele dificultar el alcance de los acuerdos, donde el valor y precio son una cuestión muchas veces subjetiva de difícil encaje.
4. Consenso para renegociar la deuda
Además de los ajustes del negocio, es de extraordinaria importancia llevar a buen puerto los acuerdos con los acreedores para que el pasivo de la compañía sea sostenible a medio-largo plazo. En este punto, será de vital importancia llegar a acuerdos globales con los distintos actores, a cada cual con una posición distinta desde el punto de vista jurídico y financiero.
5. Acuerdo de intenciones
Por último, suele ser frecuente la redacción de lo que se denominar ‘Term sheet’ o acuerdo de intenciones, esto es, un documento en el que se especifican los principales puntos sobre los que luego se realizará la negociación de los documentos finales para la operación de compraventa.
Por lo tanto, tanto el comprador y el vendedor deben afrontar este tipo de situaciones con la mira puesta en alcanzar el máximo consenso en lo que los ajustes operativos se refieren; el apoyo de carácter financiero y un acuerdo que satisfaga en la medida de lo posible a los acreedores con carácter previo al arranque de este tipo de operaciones.
Vivimos un momento de extraordinario dinamismo económico que las empresas deben aprovechar. Detectar oportunidades en el mercado en la inversión en otras compañías puede hacer ganar músculo a una empresa y dotarla de robustez para afrontar los años venideros.
Contacto:
Ricardo San Marcos
Vicepresidente de Vaciero
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